...El antiguo miembro de las SS nazis Heinrich Boere fue condenado hoy a cadena perpetua por un tribunal de la ciudad alemana de Aquisgrán, en uno de los últimos procesos contra un criminal de guerra en Alemania. Heinrich Boere, que tiene 88 años, participó en el asesinato de tres civiles en Holanda durante la II Guerra Mundial.
miércoles, 24 de marzo de 2010
CADENA PERPETUA PARA UNO DE LOS ÚLTIMOS CRIMINALES NAZIS
LA LOCURA DEL PAPA BENEDICTO
Sirviéndome una vez más de este artículo de opinión para vertir disquisiciones y preocupaciones absolutamente íntimas, en vez, quizás, de ser altamente objetivo como mandan los cánones, también aprovecharé para recordar al lector que un artículo de opinión es subjetividad y relativismo. No obstante, pido perdón por mi vehemencia. A lo que vamos. El Papa Benedicto, figura de la cual reniego al igual que reniego de una iglesia corrupta y que no representa a Dios ni a Jesús, ha afirmado en torno a la pedofilia incesante de los curas que hay que condenar el pecado, pero hay que ser indulgente con los curas pedófilos. Es decir, si no he entendido mal, hay que condenar la pedofilia como concepto abstracto y a los que la practican, en este caso representantes de la iglesia, hay que tratarlos con indulgencia. Bien, no sé si a Su Santidad se le ha ido la cabeza, o es que está demasiado anciano, o simplemente es que carece de compasión y de verguenza. ¿Cómo condenar un pecado así, sin más, si éste va indisolublemente unido a la persona que lo comete? Sin pecador no hay pecado, me darán la razón., La Iglesia (que hace muchas cosas buenas, por supuesto) lleva toda una historia también realizando tropelías y barbaridades en nombre de un Dios que no le pertenece, que no es lo que ellos practican. Apenas han pedido perdón por nada, si acaso de soslayo. Y ahora, ahora que explota el escándalo de cientos de párrocos ansiosos de sexo infantil, Benedicto dice que hay que ser indulgente con ellos. A esos curas enfermos, yo digo que hay que meterlos en la cárcel durante mucho tiempo, quitarles su condición de curas, tratarlos psicológicamente, y pedirles una indemnización para las familias damnificadas. ¿Indulgentes? Pregúntenle a la madre de un niño de 6 años que ha sido toqueteado o violado por un curita simpático. Benedicto, o usted no tiene sentido común, o ha perdido definitivamente la verguenza torera.
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Enrique Navas. biblionet07@hotmail.com